Hace tiempo que siento que nadie me conoce. Vivo en un anonimato constante, casi como si no existiera. ¿Realmente existimos cuando somos invisibles para todo el mundo?

We are programmed just to do

anything you want us to

we are the robots, we are the robots…

Los bits sacuden mis pasos. Las luces neón que todo iluminan no alcanzan a calentar una noche tan fría como las anteriores. Sunset Street, cuántos sueños han nacido aquí, cuántos otros han muerto…

Llego a una esquina y un grupo de punks fuman mientras esperan el concierto de Social Distortion en The House of Blues. La mayoría son jóvenes. Es difícil ser un punk por toda tu vida. Yo una vez quise ser punk y escupir a mi padre en la cara y tener una novia que tomara en garrafa. La novia la conseguí, nos embriagábamos hasta el amanecer sacudiendo las calles de un Santiago ceniciento, deteniéndonos a fumar con los basureros y los vendedores de sandwiches. Era un buen lugar Santiago al amanecer. Probablemente aún lo sea. Jamás llegué a escupir a mi padre.

She’s going out tonight, loves drinking just champagne

And she has been checking nearly all the men

She’s playing her game and you can hear them say

She is looking good, for beauty we will pay…

Un cigarro y Kraftwerk que me comienza a sacudir la cabeza con latidos constantes. Es fácil ser un pez sobre el agua, dejarse estar, conectar los pasos con los gemidos, con los latidos, con los sentidos…Al parecer todo lo que huela a máquina tiene que venir de Alemania . We are the robots…

Las luces de la calle no dejan ver el cielo. No hay estrellas en la noche de Los Angeles. El cielo está limpio mas nada brilla. Atrás han quedado los punks y ahora gente muy bien vestida intenta entrar a uno de los tantos clubes que adornan la calle de las ilusiones momentáneas. Me detengo a mirar a un grupo de mexicanos que visten todos de blanco. Son los empleados del Sky bar, el lugar donde mis amigos me esperan.

Neon lights

Shimmering neon lights

And at the fall of night

This city’s made of light…

Todo es blanco y la cocaína ya no es la droga de moda. Una piscina al medio, palmeras y sofás, el bar sobre la esquina, camas a los pies de los árboles… Las mujeres tendidas meditan dulces sueños de ecstasy mientras beben hurricane y escapan por un momento a sus pueblos de origen. Todos visten como estrellas de cine.

Mis amigos aún no llegan y aún no me descuelgo el walkman. Grandes ventanales me muestran una ciudad sin alma, sin piedad. Busco un rincón y me siento a beber un vodka bien frío. Me cuesta creer que lo que estoy escuchado surgió hace más de 30 años. El sonido sabe fresco, frío, esencial. Sintetizadores teniendo sexo en ascensores de cristal, voces robóticas que se mueven a la velocidad del ordenador. Treinta años y todo está donde mismo.

La última canción está sonando y mis amigos se acercan sonrientes. Visten como todos los demás, se detienen a saludar a los mozos, conocen al barman. El disco está terminando. El lugar esta llenándose y las chicas comienzan a levantarse de los sofás y las camas. El Dj finalmente toma el control y sintetiza con The Man Machine. Es otra noche mas en L.A. y aún no logro ver los ángeles.

Man Machine

Thing and human being

Man Machine

Semi human being