Metafísico estáis.
Es que no como.
Don Quijote de la Mancha. Diálogo entre Babieca y Rocinante
en 10 de julio con portugal había una fuente de soda donde vendían esos barros-luco gigantes pero yo como vallejo ganaba un sueldo equivalente a cinco soles en moneda nacional y me dije bueno ya para de mirar con cara de hambre con cara de pato cómo los demás mascan y mascan y se echan hacia atrás mientras el queso derretido describe una línea recta alargándose por el espacio que media entre sus bocas y los panes igual a como me pasaba a mí en los ya lejanos buenos tiempos con las pizzas del persa bío-bío hechas con pan de hallulla y unas rodajas de tomate arriba de un fiambre tan dudoso como el que le ponían a los jamón-palta del estadio santa laura aunque ahí los acompañan con mayonesa casera y un chancho en piedra tremendo ambos hechos vaya uno a saber con qué ingredientes extraídos quizás desde cuándo carajos la verdad esas cuestiones es mejor ni siquiera preguntárselas pero cuando uno anda con el estómago vacío y sin plata sin luz feria lana morralla mosca guita fantasea con sabores procedentes de épocas pasadas intentando de ese modo espantar el hambre o engañar al estómago lo cual ciertamente llegado a un punto se transforma en un arma de doble filo porque de todo eso puede resultar exactamente lo contrario y así a uno termina por darle más y más hambre y ganas de delinquir como la vez ésa de la fuente de soda de 10 de julio con portugal o como ahora cuando con los bolsillos vacíos paso por cada esquina del deefe y me llega el olor de los tacos al pastor las tortas de milanesa los tamales oaxaqueños las gorditas de chicharrón o los mismísimos tacos de suadero que los chilangos acostumbran llamar medio en broma medio en serio tacos de suaperro variante que de todas formas activa en mí la secreción de rencorosas glándulas salivales y cuyo costo es bastante accesible a diez o doce varos la orden de cinco tacos casi lo mismo que un dólar la maldita orden acompañada con cebolla cilantro salsa y limón y yo únicamente con pelusas en los bolsillos pienso que la idea de apalcuachar ranas como el personaje ése de juan rulfo al que nunca se le acaba el hambre o bien la tentativa de prostituirme frente al monumento a la revolución o lisa y llanamente dedicarme al narcomenudeo son opciones nada descartables si no consigo de una vez por todas hacerle perro muerto al capitalismo mundial integrado o como sea se llame esta porquería por donde uno atraviesa patafísico pálido furioso buscando comida gratis y murmurando sombríamente cuestiones apocalípticas del tipo “de los pobres de espíritu será el reino de la calle” y sacando de algún lugar el valor la fuerza el arrojo necesarios para violar la ley del mercado y de paso el código penal como esa vez de la fuente de soda de 10 de julio con portugal cuando yo puta madre era más joven y corría más rápido sin importarme el proceso digestivo del barros-luco que cinco minutos antes me había zampado junto a un schop de litro inmortal.