“Apuntes eclécticos: una aproximación a la figura y obra de Albert Compte”

Extracto

 

En medio de esta situación entristecedora (“Fue ese verano de 2006 cuando lo cardiólogos del Hospital Trueta de Girona le anunciaron la necesidad de realizar una operación de bypass…”), volvió a brillar una vez más la genialidad de Albert Compte. Y es que para los poetas como él, que viven instalados en la dimensión mágica de las cosas, todo parece coincidir y encontrar su medida. En esa misma época del diagnóstico, el poeta estaba sumergido en el espíritu de Oriente, en las lecturas y relecturas de los clásicos chinos, Confucio, Lao Tsé, el maestro I Ching, la poesía japonesa, y se había posesionado a tal punto de ese lenguaje que cuando el médico le advirtió contra los poemas largos (“Una de las cosas sobre las cuales insistieron –los médicos- durante esa visita, fue que no podía agitarse, pues corría el riesgo de padecer un infarto. Esta precaución incluía una prohibición taxativa de recitar en exceso…”), él se dedicó a escribir haikús.

A la dimensión tradicional, basada en la atención a la naturaleza, a la manera microscópica de sublimar la realidad y atrapar el instante, Albert Compte le agregó una dimensión mundana, urbanista, utilizando el mismo formato para expresar sus conclusiones en materia literaria, política, filosófica, para dar cuenta de sus gustos, aficiones y para salvaguardar su salud.

De este modo, en la presentación del segundo número de El Llop Ferotge, que tuvo lugar en Banyoles, el 16 de noviembre de 2006, Albert participó y recitó una muestra luminosa de sus haikús, agrupados bajo títulos tan diversos como Los haikús piratas del capitán Flint, Haikús del instante cautivo, Como la miss presume de sus piernas, yo presumo de haikures, entre otros.

La etapa de los haikús se extendió, entonces, entre julio del 2006 y enero del 2007. Después de esa fecha escribió poemas de diversa factura, unos muy breves, otros no tanto, que agrupó bajo el título de El Zentido de la Vida. Entre esta fecha y su fallecimiento el 5 de octubre, se encontraba en un nivel de conocimiento superior, en el cual incluso adivinaba las cosas, en el cual la sabiduría y la poesía brotaban de su vida como aceite y, más que nunca, transmitía una energía y un poder espiritual que no pasaba desapercibido para nadie que tuviera la suerte de tratarlo.

Los poemas que escribió en esos últimos meses, se encuentran dispersos por cuadernos, libretas, servilletas, solapas de libros y hojas sueltas, que buscaremos con esmero y emoción.

 

Jorge Morales

Girona, octubre de 2007

 

 

Haikús

 

*

La felicidad

limpia de toda culpa,

incluso da miedo.

 

 

*

Tu silencio,

reflejado en un espejo

de cuerpo entero.

 

 

*

No ser de los que

dicen: ya te lo dije,

lo sabía yo.

 

 

*

Harto de ir

Contracorriente,

se hizo a la mar.

 

 

*

El verdadero

tesoro de la isla

es la novela.

 

 

*

Uno se va

quedando huérfano

de casi todo.

 

 

*

Jardín sin flores,

trovadores y juglares

sin palabras.

 

 

*

Dios

juega al escondite

consigo mismo.

 

 

*

El día después,

solamente las pirámides

permanecerán de pie.

 

 

*

Pienso en Borges,

en el eco de unos pasos

en una biblioteca.

 

 

*

El fracaso

es el éxito de los

perdedores.

 

 

*

Y si resucita,

asesinadlo otra vez,

dijo Caifás.

 

 

*

Un hombre que escribe

es por principio sospechoso

de conspiración.

 

 

*

Más que un escritor

soy un percusionista

de los arrabales.

 

 

*

Abro la ventana

para que a mis haikús

les crezcan las alas.

 

 

2006-2007