Poemas de autoayuda del libro Poemas de autoayuda y aforismos
para morir mejor
2
Escriba papelitos con esta inscripción:
YO SOY UN GRAN SER HUMANO
Y MEREZCO LAS MEJORES COSAS
DE ESTE MUNDO
Pegue los papelitos por toda la casa,
desde la cocina hasta el baño.
Repita el mensaje todo el tiempo:
Yo soy un gran, yo soy un gran…
Dígalo en todas partes y a todo el mundo
hasta que al fin su cara aparezca en la televisión.
4
Consiga el sonido de unos aplausos.
Si contienen vítores y bravos, mucho mejor.
Colóquelos en su computadora,
su despertador, el timbre de la casa, su celular.
Cada vez que realice una acción, ponga los aplausos.
Recíbalos como si no los esperara
pero muy seguro de que son para usted.
Inclínese y agradezca.
11
Ante la muerte de alguien, diga:
NO DEJARÉ QUE NADA ARRUINE MI DÍA
Vístase de muchos colores,
tararee la canción de moda
y suelte papel picado en el velorio
y el entierro.
14
Considérese a sí mismo como un milagro.
Usted es único e irrepetible.
Nada tiene más valor que su vida.
Aléjese de pensamientos negativos o dudas.
Deje de ser juez de usted mismo. Pero antes
declárese inimputable.
16
Usted es el conductor de su propia vida.
Y su vida es su coche. No deje que otros lo conduzcan.
Usted mismo es el volante, la palanca de cambios
y las ruedas. Regule la velocidad a su antojo.
Cada vez que salga a la calle, camine con la destreza
de un mecanismo hidráulico. Que cada paso suyo
suene como el cerrar de las puertas de un coche importado.
20
Un hombre feliz lo demuestra en todo momento.
Acuda a un cirujano plástico.
Hágase confeccionar una sonrisa
brillante
exultante
maravillosa
ampulosa
contagiosa
elogiable
inmortal
que todos quieran tener
que despierte en los demás
un deseo incontenible de reír a cada instante.
23
Escriba una lista con buenos deseos.
Introdúzcala en una botella y tape la botella con un corcho.
Concurra a una cárcel y regale la botella
a un preso condenado a cadena perpetua.
27
Nunca pierda la esperanza.
Nunca diga nunca.
Nunca pierda. Jamás.
28
Tómese una foto de cuerpo entero y haga muchas copias.
Una en la que usted aparezca como turista
con una cámara colgando del cuello,
una filmadora en una mano y en la otra una guía.
Compre varias reproducciones de pinturas y paisajes.
Recorte su foto y péguela en los cuadros.
Cuélguelos por toda la casa. Cuando lo visiten sus amigos
se asombrarán al verlo a usted en Bombay, en Tánger,
en Saint Thomas, entre los pequeños faunos del
Venus y Marte de Botticelli, en el Guernica de Picasso.
29
Confeccione una lista con sus talentos.
Sea generoso.
Cópiela en una gran pancarta.
A la próxima protesta en la vía pública
asista con la pancarta y atraviese la marcha a contramano.
34
En los días de aburrimiento, procure hacer actividades
distintas y divertidas. Construya un caleidoscopio,
por ejemplo. Uno lo suficientemente grande
para que quepa usted en él y pueda moverse a su antojo.
Dentro del tubo pegue triángulos de papel plateado
y azul brillante que sobresalgan y apunten hacia el centro.
Ilumine el tubo por dentro con las luces de su árbol de navidad.
Coloque una tapa con una pequeña mirilla cubierta con celofán
violeta. Al pie del caleidoscopio, ubique una escalera. Invite a sus
amigos a que lo espíen por la mirilla. Dentro del caleidoscopio
haga movimientos lentos, como si caminara por la superficie
de la luna. Dígales a todos que usted viaja por el tiempo.