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La leyenda cuenta que después de filmar El Topo y la Montaña Mágica—financiada por Lennon y Yoko Ono entre otros—Alejandro Jodorowsky se encontraba en la ruina y dispuesto a aceptar cualquier proyecto que llegara a sus manos. Era 1974 y el productor francés Michel Seydoux acababa de adquirir los derechos de Dune– la novela de Frank Herbert que cuenta la historia de 4 reinos feudales en pugna en una galaxia distante–, y pensó en Jodorowsky para llevar a cabo la adaptación. Jodorowsky aceptó el proyecto sin siquiera haber leído el libro.

El film contaría con un reparto de excepción, incluyendo a Orson Wells, David Carradine, Mick Jagger y Salvador Dalí. Pero sin duda lo que despierta más interés al revisar la historia de este fallido proyecto son los nombres que estaban en el área artística. El proyecto incluía los nombres de de Jean ´Moebius´Giraud, H.R. Giger y Chris Foss.

Habiendo conseguido un financiamiento parcial por parte de algunos mecenas europeos, Jodorowsky comenzó a trabajar en la pre-producción. Supervisados por Dan O´Bannon—contratado por su trabajo en Dark Star, film inspirador de Star Wars—Giger, Moebius y Foss comenzaron a generar los diseños correspondientes a los distintos reinos y respectivos planetas. Esta etapa fue muy productiva: Giger generó estructuras orgánicas que verían la luz años después en Alien, Foss diseño gigantescas naves espaciales y Moebius dibujó un detallado storyboard.

Entre los detalles sabrosos de este período está la inclusión de Dalí en el proyecto como el Emperador Shaddam IV. Dalí solicitó la absurda suma de cien mil dólares por hora, y se le pidió dejar la producción al realizar constantes declaraciones pro-franquistas. Se cuenta también que la música de uno de los reinos iba a ser creada por Pink Floyd.

Sin embargo, después de dos años de trabajo y un gasto de dos millones de dólares, el proyecto se derrumbó cuando Jodorowsky no pudo conseguir financiamiento en Estados Unidos. En entrevistas posteriores, el director chileno señaló que su idea era generar a través del film las mismas sensaciones que se conseguían en la época con la ingestión de LSD. En el mejor de los casos, el film se habría convertido en una versión psicodélica de la Guerra de las Galaxias. También es posible que hubiera sufrido el mismo fracaso experimentado por David Lynch en los ochentas con su adaptación a Dune. Basado en las experiencias de sus previos films, no es de locos pensar que la versión de Jodorowsky contaría con las mismas deficiencias de contenido y forma que caracterizan al resto de su filmografía.

Pero no todo el trabajo realizado terminó archivado, olvidado o en la basura. Cuando O’Bannon regresó a los Estados Unidos se unió a Ronald Shusett para escribir la historia original de Alien. Fue Dalí quién le presentó Giger a Jodorowsky, generándose así la relación entre O’Bannon y Giger que dio a luz al diseño de Alien que conocemos. Jodorowsky y Moebius dieron a luz El Incal, con fuertes influencias de Dune.

Después de 37 años, el film aun permanece en el imaginario colectivo, y se ha anunciado el lanzamiento para este año del documental Dune de Jodorowsky, por Frank Pavitch. A continuación una galería de dibujos y el trailer del documental.