La Señora A estaba sentada en el porche de su casa, disfrutando un libro muy gordo y enorme. Le gustaba estar en ese mismo lugar todas las tardes después de su habitual charla con sus hijos, a los cuales no veía hace mucho años, es muy difícil cuando los separan...
El extraño hombre le entregó una antorcha empapada en aceite, mientras le daba indicaciones básicas para seguir el camino, algo le pareció familiar, pero no supo reconocer qué era. Bajo una apestosa y vieja capucha era muy difícil distinguir facciones. —Sigue el...
Qué sabéis Qué sabéis vos de locura, si ni ella misma conoce sus desvaríos, la más esquizofrénica melodía, es Harmonía en sus oídos insanos y ruidosos. Qué sabéis vos de amor, si nunca en vuestra vida, habéis sentido la dolorosa y casi agónica sensación en la garganta...