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Desde que yo comencé mi práctica psiquiátrica trabajé con relajaciones hipnóticas. Al principio con las técnicas conductuales del
aprendizaje y después fui enriqueciéndolo con imágenes simbólicas para penetrar más profundamente. En los últimos años me encontré que por casualidad algunos pacientes hacían en forma espontánea estados místicos y me relataban una mejoría y un cambio espiritual enorme. Y yo estaba precisamente en el año 2004, a fines del 2004, tratando de entender cuál sería el mecanismo, cuando por esas casualidades -que no lo son- me topé en mi propia biblioteca, con el libro de Raymond Moody y con el libro de Whitton sobre el bardo.

La experiencia del Túnel es una experiencia real. Es una observación en personas vivas y totalmente científica. En cambio el Bardo es un concepto enmarcado en la teoría de las reencarnaciones que es absolutamente imposible de confirmar

El Bardo es un descubrimiento del doctor Whitton. El doctor Whitton es un profesor de neurociencia de Toronto, igual que Joe Fisher. No eran psiquiatras, pero trabajaban en regresión hipnótica. Y es curioso porque lo descubrió por error. Él mismo cuenta que normalmente exploraba una existencia y como vio que la enferma ya no le daba más, en forma descuidada, en vez de decirle “vuelva a la existencia anterior”, le dijo “vuelva al estado anterior” y la enferma empezó a hablarle cosas completamente diferentes que cualquier otro habría rechazado como un error. Sin embargo él se interesó -y ahí está el genio- y siguió explorando enfermos y descubrió esto que nadie conocía porque si usted lee los autores de regresiones hipnóticas ninguno habla del bardo y el bardo es fundamental, porque en el bardo es donde se efectúa y se realiza el proyecto kármico para la nueva reencarnación y para seguir evolucionando espiritualmente.

La experiencia del Túnel es una experiencia real. Es una observación en personas vivas y totalmente científica. En cambio el Bardo es un concepto enmarcado en la teoría de las reencarnaciones que es absolutamente imposible de confirmar. Pero yo haría una salvedad: habitualmente la gente confunde, cree que un conocimiento científico es sinónimo de verdadero, y de ninguna manera. Lo científico es aquello, aquel conocimiento que se logra por una metodología objetiva y susceptible de ser reproducida, pero no es sinónimo de verdadero. Si tuviéramos que solamente vivir con conocimiento científico no podríamos hacer nada. Los conocimientos reales del hombre son intuitivos y sobre todo lo que hoy día se llama inteligencia emocional. Es nada más que una metodología y no tiene otro valor y de hecho la ciencia progresa permanentemente corrigiendo sus errores.

Raymond Moody fue el hombre que introdujo en forma ya definitiva en el interés científico, el extraordinario fenómeno, realmente sorprendente, de personas que han tenido accidentes casi mortales y que han sobrevivido, o enfermedades gravísimas en estado de coma con electroencefalograma plano, incluso declarados en muerte clínica, y que han despertado y relatan una experiencia extraordinariamente compleja, interesante y sobre todo con una regularidad de las situaciones que realmente es sorprendente.

Yo quiero advertir para los que conozcan este tema o lean, que el tema es muy complejo y yo puedo referirme a lo esencial. Hay una cantidad de cosas que voy a dejar aparte. La experiencia total que se produce exclusivamente en los casos con accidente de personas sanas es la siguiente:

El sujeto primero sufre lo que se llama el desdoblamiento… o experimenta el desdoblamiento, sale de su cuerpo. Al salir de su cuerpo desaparecen todos los dolores y todas las molestias, queda en un estado espiritual. Avanza a través de una especie de
túnel, que lo describió Raymond Moody, hacia una luz brillante que consideran sobrenatural. Al entrar en esa luz brillante experimentan una felicidad inefable, un estado místico, una experiencia mística. En las experiencias de sujetos que han
estado al borde de la muerte en los hospitales hasta ahí llega la experiencia y por eso yo propongo en mi libro llamar a eso “Cuasi muerte”. En cambio en los accidentados que son personas normales, la experiencia sigue: avanzan en la luz y se encuentran con un muro, detrás del muro aparecen ciertos seres de luz, curiosamente, habitualmente tres, otras veces algunos parientes fallecidos. Estos seres de luz les hablan telepáticamente y también algunos describen un idioma extraño, desconocido, que durante la experiencia comprenden, pero que no pueden reproducir una vez que salen de la experiencia. Ahí les indican el famoso fenómeno de hacer una revisión panorámica de sus vidas. En este estado, es un estado atemporal no hay tiempo, no hay pasado, no hay futuro es un instante que revisan los hechos esenciales y fundamentales de su vida. Ninguno quiere
regresar, porque todos quieren seguir penetrando en esta luz y en esta felicidad maravillosa. Ahí se produce un fenómeno muy curioso: un desinterés completo por el mundo habitual o mundo familiar, pero los seres de luz les dicen que no ha llegado su
hora y que deben regresar. Se resisten, pero despiertan en el sitio del accidente o en el hospital.

Tenemos conocimientos sobre la experiencia del túnel bastante claro. Casi en el 95% de los alpinistas o de los sujetos que han estado al borde de ahogarse o de un accidente grave relatan exactamente y con la misma regularidad como si fuera un patrón, un circuito neuronal, por así decirlo, que se descarga

Tenemos conocimientos sobre la experiencia del túnel bastante claro. Casi en el 95% de los alpinistas o de los sujetos que han estado al borde de ahogarse o de un accidente grave relatan exactamente y con la misma regularidad como si fuera un patrón, un circuito neuronal, por así decirlo, que se descarga. En cuanto a los enfermos que han estado en coma, hay dos razones problemáticas, una que los sujetos que han vivido esto son reticentes para contar para que no los crean locos o que han estado alucinados. La otra es que los médicos por ignorar el fenómeno no los interrogan. Hay una investigación que se hizo sobre 600 casos de coma recuperados, pero estadísticos no clínicos. Se repartieron fichas para que el equipo médico interrogara y se encontró con la experiencia que estaba en un 10% de los enfermos en coma que se recuperaban, o sea mucho menor que lo que ocurre en los graves accidentes. Ahora, el hecho fundamental, el que realmente sorprende y yo creo que en este momento tiene cautivado todo el interés de la neurociencia, es que en cerebros que están paralizados con electroencefalograma plano, es decir, muerte cerebral, existe este psiquismo sutil que nadie conocía, que tiene incluso ciertas características superiores al psiquismo habitual como una hiperlucidez de la conciencia, una capacidad sensorial, auditiva y visual extraordinaria que no se tiene en la vida real.Se han hecho investigaciones en ciegos, en ciegos que llevaban más de diez años de ceguera y en el momento de vivir la experiencia por un paro cardiaco o un estado de ese tipo, ven.

Moody escribió dos libros, el año 75 este primer libro y tres años después publicó un segundo libro “Algo más sobre la vida entre las vidas” en que se dedicó a tratar de comprobar la veracidad de lo que le relataban. Por ejemplo estos ciegos relatan exactamente las personas que estaban, no son recuerdos, las personas que estaban, las conversaciones que tenían, conversaciones a distancia. Describen métodos de reanimación que los médicos están haciendo y que ellos ignoraban y repiten los comentarios que ocurrieron entre los médicos.

 

Psiquismo sutil o subliminal

Hasta el momento solo conocíamos el psiquismo neuronal y el psiquismo cerebral. En este momento no hay ninguna hipótesis científica absolutamente convincente. Yo personalmente estoy elaborando una hipótesis, como aparece en ese libro, y me baso fundamentalmente en las experiencias de John Eccles, un gran neurobiólogo, Premio Nobel de Medicina quien planteó lo siguiente: Si éste es el cerebro, el cerebro está recibiendo permanentemente información sensorial, y información de los contenidos mentales: recuerdos, afectos y emociones. Pero que la autoconciencia no tiene localización cerebral, es independiente y tiene la capacidad de estar seleccionando la información. Acepta cierta información y bloquea otra, invadido por el influjo de estímulos externos e invadido por el influjo de ideas y pensamientos. Eso permite que el sujeto tenga como ahora una experiencia del acto concreto y momentáneo, de otro modo le vendrían todos los recuerdos de todos los entrevistados y a mí todos los recuerdos de toda mi vida, no podríamos controlarlos.

La autoconciencia no tiene localización cerebral, es independiente y tiene la capacidad de estar seleccionando la información

Eccles llega a plantear que la autoconciencia, dinámicamente se está conectando y desconectando. Entonces yo me planteo: no podrá haber una desconexión total
transitoria, lo cual nos explicaría que habiendo una electro encefalograma plano -porque el cerebro no está funcionando- aparecería este psiquismo extracerebral. En otras partes lo llamo subliminal o sutil porque realmente no hay confirmación absoluta de que sea extra-cerebral.

Se le llama extra-cerebral porque aparece estando el cerebro aparentemente muerto. Incluso hay casos que se declaran en muerte clínica. Hará unos tres cuatro años, creo que en San Fernando, se despertó un muchacho después de una hora de reanimación, despertó en la morgue. Es curioso el primer caso descrito en Occidente, lo describió Platón en “La República”, el caso de Er, un soldado griego que muere en la batalla y que despierta en la pila funeraria. Alcanzó a despertar y relata toda la misma secuencia de acontecimientos de la experiencia del túnel. Pero hay algo que me gustaría mostrar porque no está en los actuales autores. Pensemos que hay un cerebro que tiene un pensamiento cerebral, un pensamiento racional y cerebral y que existe este psiquismo subliminal que solamente aparece cuando el cerebro está bloqueado por un estado de coma. La idea que yo planteo es que si aparece en ciertos estados, desde luego en la experiencia del túnel, quiere decir que existe, tiene que existir, porque de otro modo no podría aparecer. En la vida normal yo creo que este psiquismo subliminal es el que origina la creatividad. La creatividad no es nunca cerebral, la creatividad proviene de una hondura mucho más profunda. Siempre he creído que el arte es la antesala de la mística, los fenómenos parasicológicos, las personas que tienen telepatía, premoniciones, incluso ciertos sueños arquetípicos, lo que llevó a Jung a crear el concepto del inconsciente colectivo. Ahora qué ocurriría, no sé si podré decirlo más adelante, yo bajo el estudio que estoy haciendo de cual podría ser la posible explicación, por una parte en la autoconciencia no localizada del cerebro de John Eccles y en segundo lugar los extraordinarios aportes de Pavlov, de la reflexología Pavloviana, desconocidos en el mundo nuestro, posiblemente por razones políticas. ¿Qué es lo que planteó Pavlov? Que cuando existe sueño o coma y división del cerebro, aparece una fase de igualación y después una fase paradojal en que lo que es predominante pasa a ser dominado por lo que normalmente es dominado. Entonces yo coloco que en la condición normal hay un franco predominio del psiquismo cerebral, el que funciona entre dos personas en un determinado momento, por ejemplo.

Hay experiencias en parejas de matrimonios de muchos años, se grabaron las conversaciones y se vio que largos trozos eran incomprensibles. Ellos creían que se comunicaban verbalmente, pero también estaban utilizando elementos no verbales. Pro para terminar esto; en el sueño paradojal de Pavlov se
invertiría y habría un predominio del psiquismo subliminal y esta sería la explicación de estas experiencias. Finalmente en el coma profundo o los estados pre-agónicos habría una supresión del psiquismo cerebral que se traduce en un electroencefalograma plano o en el concepto de muerte cerebral predominando absolutamente el psiquismo subliminal.

 

El inconsciente y la memoria kármica

Otro fenómeno increíble es que en esta autoconciencia hay órganos de los sentidos. Eso podría traer en el futuro un cambio radical de la medicina si llegáramos por algún medio y de alguna manera a poder utilizar esos órganos sanos, ese como cuerpo astral que estaría dentro de nosotros, para poder mejorar enfermedades.

El gran problema del Bardo y de las reencarnaciones es ¿cómo se transmite la memoria kármica? Desde luego no es genético porque genéticamente a lo más yo podría recibir el proyecto kármico o la memoria kármica de mi padre y de mi madre pero ¿cómo recibo la memoria kármica de una vida anterior? Es uno de los grandes enigmas que ya empieza a hacer pensar en esto que Madame Blavatsky, la fundadora de la teosofía hablaba de los archivos akásicos, como que las cosas quedan escritas con una especie de éter especial.

Otro fenómeno increíble es que en esta autoconciencia hay órganos de los sentidos. Eso podría traer en el futuro un cambio radical de la medicina si llegáramos por algún medio y de alguna manera a poder utilizar esos órganos sanos, ese como cuerpo astral que estaría dentro de nosotros, para poder mejorar enfermedades.

De ninguna manera las teorías de las reencarnaciones es una alternativa excluyente del cristianismo porque no modifica ni cambia absolutamente en nada la belleza del mensaje redentor de Cristo. Los primeros cristianos creían en la reencarnación hasta en el siglo IV, cuando Constantino hizo del cristianismo la religión del Imperio. Él llevó al Concilio de Nicea a exigirles a las autoridades eclesiásticas que lo declaran una herejía. Entonces empezó la gente a tener temor, vinieron la persecución de los cátaros, la
destrucción de los templarios y todo lo que conocemos de la Inquisición.

Después del Renacimiento vino el predominio del fetichismo del cientificismo materialista pero ahora se han creado las condiciones, como lo que está pasando actualmente en la psicología mundial, ya desde las experiencias psicodélicas, las contribuciones de Aldous Huxley. En Estados Unidos la corriente principal es la psicología transpersonal que está buscando la conciencia cósmica. Están estudiando y basándose mucho más en el Taoísmo, en el budismo Zen y en el Hinduismo que en la religión cristiana, lo cual a mi juicio es un gran error porque el cristianismo contiene una riqueza metafísica y mística increíblemente superior pero por alguna razón la Iglesia no lo entrega.

 

Cristianismo esotérico y exotérico

La diferencia entre el exotérico y el esotérico la hizo el propio Cristo. Hay una parte del evangelio que parece absurda; les dice a sus discípulos “a ustedes les digo las cosas como son pero a los demás solo en parábolas para que oyéndolas no las entiendan”. ¿Por qué? Porque el Cristo no quiere que lo entiendan con la mente, quiere que lo entiendan con el ser. Y el lenguaje del ser es el lenguaje de las parábolas, el lenguaje de las metáforas, el lenguaje del arte. William Blake escribe una frase que yo habría dado cinco años de mi vida por haberla escrito yo. El gran enemigo de la vida espiritual es la mente para todo los místicos, la llama “Urizen” pero lo que dice William Blake es que “para vencer a Urizen no sirven los códigos morales porque todos ellos son obra del propio Urizen”.

Todo el camino cristiano, el camino de redención de Cristo es morir al hombre viejo para nacer al hombre nuevo. Nacer al verdadero ser que somos.

El hombre puede ser considerado separado por el cuerpo: tenemos una mente que es la parte encarnada del psiquismo en el cerebro, pero estamos abiertos al ser que es la dimensión divina. Para los cristianos este es Cristo y por eso Cristo va a decir “yo soy la vid y ustedes los sarmientos, el que se abre a mí recibe el agua viva, el que se cierra a mí, se seca”.

Todo el camino cristiano, el camino de redención de Cristo es morir al hombre viejo para nacer al hombre nuevo. El segundo nacimiento, que no pudo entender Nicodemo. Nacer al verdadero ser que somos. Ahora este esquema yo lo hice para explicar mi visión de estas experiencias cercanas a la muerte. Cuando las describió Moody pensó que eran las etapas previas del fallecimiento. Erróneo, porque son experiencias con personas que nunca estuvieron muertas y estuvieron siempre vivas.

Whitton que descubrió el Bardo, dice que solo un cinco a diez por ciento de las personas en hipnosis profunda pueden recordar el bardo. Se saltan de inmediato a las
reencarnaciones anteriores. Pero lo que yo quería explicar es que mi visión de cuál es la naturaleza de esta experiencia maravillosa, de luz sobrenatural, de una felicidad inefable, de olvido total del mundo, de no querer volver, no regresar. Mi impresión es que es una inmersión en el ser, de algún modo la persona entra en la divinidad profunda y esto nos explica el desdoblamiento, la entrada en la luz brillante, el carácter sobrenatural, la felicidad inefable, y el cambio espiritual extraordinario que dicen tener aquellos que han recorrido la experiencia completa.

Rudolf Steiner creó la antroposofía, que se desprendió de la teosofía. Cuando dije que esta idea de la reencarnación había desaparecido del mundo occidental, desapareció
del mundo visible pero ha seguido permanentemente en todas las escuelas iniciáticas, agnósticas, del iluminismo cristiano al cual pertenece Rudolf Steiner.

¿Cuál sería el sentido del bardo? La vida del Bardo está absolutamente marcada en la teoría de la reencarnación. Pero de una vida terrenal después de la muerte entraríamos en el nivel del bardo y pasaríamos posteriormente a la nueva vida. Se dice que el alma humana busca una evolución espiritual permanente pero solamente las existencias terrenales permiten evolucionar. Entonces, al morir el sujeto entra al Bardo y puede quedarse en el Bardo todo el tiempo que quiera, descansando, hasta que llega un momento en que él voluntariamente quiere volver a encarnar para seguir adelante su evolución espiritual.

Se dice que en el pasado esta permanencia podía ser hasta de miles de años, pero Whitton sostiene que sus enfermos están acortándose la estadía en el bardo a un promedio de 40 años. Posiblemente debido a las necesidades de la humanidad actual porque realmente estamos en un momento de una crisis que o se produce el tercer gran salto evolutivo a la conciencia espiritual o simplemente estamos perdidos. Pero lo interesante es que en el bardo se realiza el proyecto kármico, la persona elabora el proyecto kármico.

El proyecto kármico no es un programa turístico para pasarlo bien. Es un proyecto en el cual la persona busca qué condiciones de vida, dónde quiere nacer, qué tipo de vida quiere tener para así poder superar aquello que quiere en esta etapa, superar. Yo coloco en uno de los cuadros algunos ejemplos. Uno de ellos, creo que es, que es el ejemplo mío, que es tal vez lo que yo vine a hacer en esta encarnación. Si yo quiero superar la vanidad tengo que tener una vida de éxito para poder tener la vanidad y superarla. Pero en cambio si yo vengo a vencer el rencor o el odio, tengo que tener una vida miserable, llena de injusticia para experimentar la rabia y el odio y el rencor y poder superarlo. Es por eso que en cierto modo, bueno no en cierto modo, sino que todas las religiones no explican la tremenda injusticia y aparente desigualdad que existe en las vidas humanas a menos que exista la reencarnación.

 

El tercer salto evolutivo

El Cristo sabía que sus palabras iban a ser para siempre ¿Porqué no dijo que la reencarnación existe?, ¿Porqué no dijo la reencarnación no existe? Deja pistas, la pista que deja es que reconoce que Juan el Bautista fue la reencarnación de Elías

Teilhard de Chardin Dice que el hombre lleva tres grandes saltos evolutivos, el primero fue del mineral a la vida, el segundo del instinto a la conciencia reflexiva, y el tercero de la conciencia reflexiva a la conciencia espiritual. Si lo miramos desde este ángulo hay que desarrollar esa mente subliminal, ese psiquismo, que es el psiquismo del ser, porque de otra manera yo creo que ya nadie cree en soluciones políticas, económicas, o bélicas. No se trata de más o menos misiles de corto o mediano alcance. O el hombre despierta a una nueva conciencia o estamos perdidos y ahí yo creo que la Iglesia Católica es la que tiene el mandato de dirigir y de guiar, liderar este movimiento. Pero para eso tiene que abandonar los dogmas. Yo creo que la única solución… ¿qué haría yo si fuera Papa? -claro que duraría medio día- hablaría por televisión y diría: “Dejemos todos los detalles de dogmas a un lado y todos los que creemos en Dios, que creemos que el hombre es una naturaleza divina y digna de respeto y de vida de acuerdo a su condición divina, unámonos y el pueblo de Dios si se levanta, va a pasar por encima de todos los poderes terrenales”.

El primero que nos enseñó el cristianismo fue San Pablo y ya en la Carta de los Corintios les dice: “no le puedo dar las verdades porque los mataría, ustedes son como niños, tengo que darles leche y papilla”. Si yo fuera sacerdote y estuviera haciendo una homilía no diría esto, porque habría una empleada doméstica, más allá un niño de seis o siete años, que no entendería nada de nada. Hay que volver al cristianismo evangélico. El Evangelio es como una música. La música está hecha de sonidos y silencios. Usted elimina los silencios y se acabó la música. Hay que entender lo que dice y lo que no se dice. El Cristo sabía que sus palabras iban a ser para siempre ¿Porqué no dijo que la reencarnación existe?, ¿Porqué no dijo la reencarnación no existe? Deja pistas, la pista que deja es que reconoce que Juan el Bautista fue la reencarnación de Elías.

El que tenga ojos para ver, vea. Yo creo que estos silencios obedecen a que hay cosas que cada cual debe descubrir en la medida de su desarrollo espiritual y en la medida que el Espíritu Santo le permita penetrar. No se puede estar contando. La Iglesia no puede sino entregar papilla porque se lo entrega a la humanidad entera. Así que no es ninguna crítica, por lo demás, yo en mi libro -“En el corazón de Cristo”- lo digo: la Iglesia tuvo que pasar por los periodos más oscuros de la historia, tuvo que ensuciarse las manos en la historia para poder perseverar y vivir. Hoy día después de dos mil años nos entrega incólume la enseñanza de Cristo, por lo tanto la Iglesia a pesar de todos sus errores y de todos sus crímenes debemos amarla y darle las gracias.

 

Francisco Varela, Dostoievsky y el budismo

Varela fue alumno de Humberto Maturana; Humberto Maturana es un gran científico, ha sido postulado hasta candidato al premio nobel. Cuando se recibió de biólogo Varela y habló con Humberto Maturana, le dijo que quería trabajar con él y estudiar con él. Entonces Humberto Maturana le dijo “¿cuál es su proyecto?, ¿qué es lo que a usted le interesa?”. “Bueno, a mí me interesa conocer la inteligencia del cosmos”. “Perfecto, entonces vamos a comenzar con el nervio óptico de la rana”.

Varela no conocía lo de Whitton y tampoco el Dalai Lama porque en el Oriente no se realiza la hipnosis porque se supone que el sujeto pierde la propia identidad. El Dalai Lama lo que hizo fue confirmar absolutamente la existencia de esta vida sutil. Incluso enseñarle a todos estos biólogos de que en la ciencia nuestra, la ciencia occidental, a propósito de la muerte, conocemos el proceso de degradación biológica pero no conocemos el proceso de degradación anímica. En cambio los budistas tibetanos en
estado de meditación dicen que ven una luz clara y mientras existe esa luz clara el sujeto puede revivir, es reversible, pero que llega un momento en que desaparece y sale una luz extraña por las narices y por los genitales y ahí el proceso es irreversible. Yo no sé si en ese libro lo dije pero en un artículo lo publiqué: creo que debiéramos beneficiarnos. Hoy día tenemos que reconocer que nuestros métodos instrumentales no son capaces de confirmar que el sujeto está vivo o no y debieran estos especialistas en reanimación juntarse con budistas tibetanos capaces de este tipo de meditación con objeto de poder perfeccionar métodos de laboratorio adecuados para nuestra ciencia y que nos permitan realmente poder percibir cuando existe esta vida. Esta vida que aparece como que el sujeto ha muerto es como hibernación se produce una disminución tan brutal del metabolismo que no solo el electroencefalograma es plano, el electrocardiograma es plano, entonces se detecta paro cardiaco, hacen maniobras de reanimación, no lo logran… Y sobre todo, es un tema ya más complejo, en los casos en que hay acuerdo de donación de órganos, de inmediato hay que enchufar al enfermo o al presunto muerto a un método de reanimación cardiorrespiratoria para poder mantener la vitalidad de los órganos que se van a trasplantar.

Dostoievski era muy religioso y místico y pensaba que los epilépticos con gran frecuencia tienen éxtasis místicos. A lo que él alude con ese pensamiento es que si el hombre tomara contacto y conciencia de su verdadera vida, que es la vida interior, encontraría que es plenamente feliz. Pero al vivir en la mente cerebral desconectado de la conexión interna, entonces cree que existe la infelicidad. Eso toca con esta estupidez del bestseller sobre el “Código de Da Vinci” que se ha escrito deformando totalmente el sentido del Santo Grial. En este libro he escogido el grial como símbolo tomándolo de la leyenda del rey Arturo. ¿Qué es lo que es el grial? Desde luego se dice que no hay ningún camino en la Tierra que conduzca hasta el grial y solo puede encontrarlo el que tiene el camino dentro. El grial es la búsqueda de nuestra conciencia profunda, de esta inmersión en el ser interno, en el encuentro con el Cristo interno que es la felicidad. La infelicidad está la mente. Ahora, en mi libro yo lo toco de otro modo pero en el fondo digo lo mismo: nadie nace feliz ni desgraciado y la felicidad o la desdicha no depende tanto de cómo la vida es, sino de cómo se la vive.

 

Valentía, timidez y avaricia

A los primeros que encontró el Dante en las puertas del infierno fue a los cobardes, a los que nada hicieron en la vida por temor a equivocarse, aquellas personas que no se atreven a vivir por miedo a cometer pecado, por miedo a recibir castigos posteriores, esos avaros del alma, yo creo que a ellos se refería el Cristo cuando dice en el apocalipsis “o frío o caliente, a los tibios los escupiré de mi boca, no tienen nada que ver conmigo”.

“No es valor la imprudencia de un niño que entra en la cueva de un león, el valor es del padre, que temblandole las piernas entra a buscarlo”

Ahora a propósito de la valentía yo cito ahí una hermosísima reflexión de Bergson el gran filósofo francés: “La valentía no es la temeridad, no es no tener temor, es vencer el temor cuando hay una razón que lo hace legítimo y hace el siguiente relato: “No es valor la imprudencia de un niño que entra en la cueva de un león, el valor es del padre, que temblandole las piernas entra a buscarlo”

Ser valiente es ser consciente de los riesgos que la vida tiene, pero enfrentarlos y asumirlos cuando hay una razón superior que a uno se lo indica. No lanzarse a correr a 400 kilómetros por hora ni tirarse imprudentemente de elástico de no sé a qué altura,
porque ahí no hay ninguna razón que justifique. El valor es la superación del miedo. Las primeras palabras de Adán después de comer el fruto prohibido fue: “tuve miedo y me escondí”. El miedo es absolutamente necesario, sin el miedo no podríamos vivir.

Hay que diferenciar el miedo de la angustia. El miedo es la apreciación intelectual de un peligro, la angustia es una emoción, anclada en el cuerpo, la sensación angustiosa del cuerpo. Los animales no pueden tener miedo porque no se adelantan, no se anticipan a un peligro futuro. Lo único que tienen es angustia.

La cultura nos trata de convencer de que vivimos en un mundo terrible, en el riesgo permanente de la destrucción, bajo fuerzas caóticas etc. Pero el hombre real, el hombre de carne y hueso no vive en el miedo, vive en la esperanza y si no fuera por eso la gente que está en este momento en el Medio Oriente, debieran vivir aterrorizados y sin embargo no es así. Se vive en la esperanza. Me acuerdo de que le hicieron una entrevista a este hombre muy inteligente, Manuel Montt Balmaceda y al final de la entrevista le hacen una pregunta incontestable, le preguntan: ¿Qué opina usted, cómo resolvería el problema del Medio Oriente? Y este hombre genial piensa un rato y le contesta “¿Es que hay un problema en el Medio Oriente?”.

 

El hombre no es absurdo, es trágico

No es absurdo porque la vida humana tiene un sentido y una dirección y el hombre es capaz de adelantarse al dolor y al sufrimiento. Es capaz de sentir el dolor y el sufrimiento y por lo tanto la vida humana es más bien trágica. Una cosa es que no vivamos en el temor y otra cosa es decir que la vida humana es feliz en la inmensa mayoría de los casos. Séneca, el estoico, dijo algo que es una perogrullada pero es muy profunda: “No se puede decir que la vida de un hombre sea feliz mientras no termine”.

Yo encuentro al hombre una criatura extraordinariamente trágica en el sentido de que somos almas y seres espirituales encarnados en cuerpos de mamíferos, dominando permanentemente los instintos biológicos más bajos, transmutándolos en cosas espirituales, transformando el plomo en oro, en una especie de alquimia interna. Yo no creo que haya en el mundo un
ser más hermoso y fascinante que el hombre, un ser que es capaz de amar, de sufrir, de perdonar.

 

Arte: La Tentación de San Antonio – Joos Van Craesbeeck

 

Este texto corresponde a la última entrevista de Sergio Peña y Lillo antes de su muerte.

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