Al norte, por Aldo Rosales

Al norte, por Aldo Rosales

Las piedras crujían bajo los zapatos de goma de Esther. La calle tenía más de dos años con el pavimento a medias. “El estado de México trabaja para ti”, rezaba un letrero empolvado. El viento le soplaba en la cara con calor de estío, saturado de heces de todo tipo de...