I Escuchamos venir al océano mercante pero nunca sabremos quién será el último comprador, aquel que escupirá la carne del corazón animal. Piensa, medita a la Bestia el peso en los túneles del hogar que construiste, la ficción de los suelos rasos donde la trascendencia...
La sangre en las fauces de la bestia, su memoria, el hambre de ver en la oscuridad la caída del niño poeta y la creación del alma del criminal en esta gran avenida iluminada en la que los adolescentes y los viejos sueñan su suerte cada nuevo siglo; la niña...
El Mañana Y si estuviera enfermo, ¿me cuidarías hasta mi muerte, amigo? y si nunca sanara, ¿verías mis ojos amarillos día tras día?, cuando tu mujer mire cansada por la ventana, me culparías de pasar demasiado tiempo con ella…...