Un regalo para Pat, por Philip K. Dick
—¿Qué es eso? —preguntó Patricia Blake ávidamente.—¿A qué te refieres? —murmuró Eric Blake.—¿Qué has traído? Sé que has traído algo. —Su pecho subía y bajaba bajo la blusa de malla a causa de la excitación—. Me has traído un regalo. ¡Lo he adivinado!—Cariño,...
El día antes de la revolución, por Ursula K. Le Guin
Mi novela Los desposeídos trata de un pequeño mundo poblado por personas que se llaman a sí mismas odonianos. El nombre proviene de la fundadora de su sociedad, Odo, que vivió varias generaciones antes del momento en el que se desarrolla la novela y que, por tanto, no...
Guiando la hiedra, por Hebe Uhart
Aquí estoy acomodando las plantas, para que no se estorben unas a otras, ni tengan partes muertas, ni hormigas. Me produce placer observar cómo crecen con tan poco; son sensatas y se acomodan a sus recipientes; si éstos son chicos, se achican, si tienen espacio,...
El Oficio de Vivir, por Cesare Pavese (extractos)
(1936) 10 de abril Cuando un hombre se encuentra en mi estado no le queda sino hacer examen de conciencia. No tengo motivos para desechar mi idea fija de que cuanto le sucede a un hombre está condicionado por todo su pasado; en resumidas cuentas, que se lo merece....
Balada de los que han de morir, por Sandra Gaona
Nuestro mayor pecado Estriba en buscar sin pudor la verdad hasta en los cajones más secretos ¿A dónde puede ir un hombre con los zapatos rotos? Caminar por ahí probando las aguas de los charcos Con sabor a muerte, a rabia y a desdicha Sabor a desempleo, a...
Nometulafken de César Cabello, por Silva Barandica
Hablar de la muerte No es necesario haber estudiado Literatura para saber que dos de los temas más importantes en Occidente son el amor y la muerte. También podrían incluirse el viaje y la guerra, pero si lo pensamos con un poco más de profundidad, ambas...
El Trasplante, por Ignacio Atenas
Conectado a la vieja computadora en el desordenado cuarto, Orwen revisaba los sitios. Uno por uno los iba viendo hasta encontrar la mejor oferta, el mejor postor. Las cifras eran elevadas, hoy estaba metido en la asquerosa habitación, pero si lograba vender sabía que...
Recolector, por Victor Hugo Collier
Recoger impresiones desmalezadas Recoger las colillas de la riqueza y de lo pobre la simpleza Tomar un mate desesperado en el crepúsculo Y rondar por la ansiada alma gemela en la playa del alba Cogedor de ilusiones escritas en el vuelo abstracto de las...
El Sospechoso, por Roxana Heise
El sospechoso apenas hace ruido al entrar: aprendió la destreza de abrir cerraduras. Sabe que en casa duermen de madrugada, por lo que deja el maletín sobre una silla y prosigue su camino. Vislumbra desde lejos a los niños en sus camas, hace un gesto extraño de...
Corresponsal de Guerra, por J.J. Cartagena
Montenegro 7 abril 1992, 14:35 horas. González retrocedió unos pasos y procedió a tomar la fotografía de rigor. Se hace acompañar por un muchacho ruso, de casi veinte años llamado Antón, en verdad no estoy seguro de su edad, puede que tenga un poco más. Él lo...
El Ruletista, por Mircea Catarescu
Concede el consuelo de Israel A uno que tiene ochenta años y no tiene mañana. Transcribo aquí (¿para qué?) unos versos de Eliot. En cualquier caso, no como posible lema para uno de mis libros, porque yo no voy a escribir nada nunca más. Y si, a pesar de todo, escribo...
Catarescu, enfant terrible de la literatura rumana, por Marian Ochoa
Autor imprescindible para unos, objeto de la ira implacable de otros y candidato al Nobel de Literatura en los círculos internacionales, lo cierto es que la producción literaria de Mircea Cartarescu no deja indiferentes a los lectores, a los críticos ni a los intelectuales de su país.
Sobre Juegos Florales de Vlad Rivera Ordenes, por Mike Wilson
En Juegos Florales un poeta dice “los niños deben tener cuidado de perder la sombra”. Cuando leí esa frase sentí que captaba lo que la novela comunicaba, o mejor aún, lo que hacía sentir al lector. Hay sombras en el libro, un niño perseguido por un fantasma que no lo es, o quizá sí.
Cabalgata pony, por Martín Cinzano
(Sobre Las tortugas bastardas del ahora. Antología Poniista. Mantra Edixxxiones, Ciudad de México, 2017, 117 páginas). ¿Cómo pensaré mañana? G. Grosz Nueva entrega de la desenfrenada Mantra Edixxxiones con aditamento especial. Las tortugas bastardas del ahora reúne...
El mar como conquista literaria, por Macarena Trigo
Quien escribe prefiere pasar una noche en el museo del Prado que en la playa, una tarde en una biblioteca que en la playa, una mañana en una habitación de hotel con cable que en la playa y así. El paso de los años, los viajes y mi devoción por la miseria de las...
Canción de Cuna, por Daniel Olcay
Se activa el código de emergencia. En la habitación, solo se encuentra ella rodeada de metal oxidado, válvulas en desuso, consolas descontinuadas, mientras que un monitor gigante trasmite una señal constante de estática: imagen y audio. La Gran Máquina registra cada...
Las poetas de la generación Beat
Nos enamoramos de hombres que eran unos rebeldes, por supuesto. Caímos rendidas enseguida, convencidas de que nos llevarían con ellos en sus viajes y sus aventuras. No contábamos con ser rebeldes por nuestros propios medios; no contábamos con la soledad. Y en cuanto encontramos a nuestros homólogos masculinos, nuestra fe ciega nos impidió desafiar las antiguas reglas que regían las relaciones entre los hombres y las mujeres.
¿Necesita la herida a su poeta? Ornitomancia, de Juan Manuel Silva. Por César Cabello
Si en El lenguaje de los pájaros, el persa Farid ud-Din Attar, narra el difícil tránsito de un grupo de aves, por siete valles, en busca de su unión con la divinidad, en Ornitomancia, de Juan Manuel Silva Barandica, este mismo proceso se ve representado en su sentido inverso, donde la filiación a la memoria de los recuerdos familiares, en su mayoría despedazados, y el uso de la adivinación como parte de una poesía que busca respuestas más allá del presente de los hechos o de las palabras, deja a la voz de estos poemas frente a su más completa orfandad.