Playlist Mayo 2013: 10 Documentales Chilenos Online

Playlist Mayo 2013: 10 Documentales Chilenos Online

El otoño ha llegado y con él el frío. Es el tiempo de la chimenea, la sopa de pollo y la mirada perdida en el espacio de lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que nunca fue. También es el tiempo de leer y ordenar los libros y ver las películas pendientes. He...
El Animador, por Ricardo Chamorro

El Animador, por Ricardo Chamorro

Empecé a tener esos sueños. Sueños horribles, como por ejemplo lo del psicópata. Creo que ya te lo expliqué. No se porqué me sucede a veces que me voy a dormir y lo veo junto a mi cama. En realidad no lo veo, porque no me atrevo a abrir los ojos ni a darle la cara,...
SER EL OTRO, por Eva Medina Moreno

SER EL OTRO, por Eva Medina Moreno

¿Me sucedió algo que quizá, por   el hecho de no saber cómo vivir, viví como si fuese otra cosa?               CLARICE LISPECTOR, La pasión según G.H.     Es una mujer corriente, pero hay algo en ella que me arrastra. Noto que mis ojos empiezan a escrutarla de...
Odio la palabra coito, por Rebeca Yanke

Odio la palabra coito, por Rebeca Yanke

El psiquiatra le dio algunos trucos para poder llegar al tipo de orgasmos que ella recordaba haber tenido en el pasado, largos por lo pronto, o quizá varios muy seguidos, estas cosas nunca quedan claras del todo, pero nunca supo si esos truquillos de andar por casa,...
Cine y fe: una reflexión, por Marco Allende

Cine y fe: una reflexión, por Marco Allende

Para Francisco, en Roma. «Escucho y veo a Dios en cada cosa, pero no lo comprendo en lo más mínimo» Walt Whitman Cuando el 28 de diciembre de 1898 en el Boulevard des Capucines de Paris, en medio de una lluvia tenaz  (imagino),  33 personas pagaron un franco para ser...
Disparates, por Rodrigo Severin

Disparates, por Rodrigo Severin

  El mono del Zaratustra del Elqui se me acercó y me dijo: “donde no se puede amar hay que seguir de largo”. La palabra no me permitía seguir de largo; tenía que amarla por fuerza, violarla aún. A veces, en la forma de la carne de una mujer, ese demonio ascético...
Santa Martha, por Yalí Noriega

Santa Martha, por Yalí Noriega

  “¡Esa escuincla! ¡Es la tercera vez esta semana!”. Doña Lucinda intenta tranquilizar a su comadre: “déjela, ¿no ve que no tiene familia? A su mamá la entambaron lueguito que se alivió y desde entonces la niña vive sola. Cuando puedo, le doy de comer o la ropa...
Los amantes muertos, por Ariel Rioseco

Los amantes muertos, por Ariel Rioseco

   Un cuadro debe ser pintado con el mismo sentimiento con que un criminal comete un crimen. Degas   Cual absurdo dentro de otro absurdo aún más grande, en abundancia la insatisfacción inunda el interior y la visión periférica. Mostrándose la otra cara...
Cuarzo, por Juan Santander Leal

Cuarzo, por Juan Santander Leal

 No sé si quería un libro tan corto, pero sí uno que fuera compacto como una pequeña piedra en la mano de alguien. Un libro escrito solo en presente, con cierta urgencia por el aquí y ahora de personas que sólo pueden ser identificadas por el oficio que desempeñan,...
Miss Panamá, por Patricio Navia

Miss Panamá, por Patricio Navia

             A Miss Panamá, por su inolvidable coqueteo en una noche primaveral en Santiago. Los hechos aquí narrados efectivamente ocurrieron pero mi imaginación los ha distorsionado demasiado como para alegar que efectivamente ocurrieron.   No recuerdo su nombre. No...
El útero y el tren, por Alfredo Gaete

El útero y el tren, por Alfredo Gaete

  Mañana, quizás bebas un sorbo de delicias en el río del Paraíso, o quizás estés en compañía de las hadas. Pero hoy no te cuides sino del copero y de la copa tuya que quiere llenar. Hafiz, La verdadera sabiduría  Llego temprano, aunque no sea ésa la costumbre...
Mi fe se pudrió aquí, por Alan Meller

Mi fe se pudrió aquí, por Alan Meller

a Roma           Al otro lado de la ventana está eso que llamamos realidad: una noche borrosa, rostros sin color, sin luz ni oscuridad, buscando los primeros pasos del día. A este lado de la ventana no importa que sean más de las seis, hay...
El lugar de los silencios, por Carlos Almonte

El lugar de los silencios, por Carlos Almonte

Ebrio, me levanté, dirigiéndome al arroyoiluminado por la luna.Los pájaros se habían ido,también los escasos hombresque quedaban.Li Po  Era una mañana cálida, de finales de primavera. Yo miraba la ciudad desde la altura, y concluía que el destino, por lo general,...